Cristal

Emergen en forma de bandadas incipientes mis miradas a través del cristal y, a gran velocidad, casi imperceptibles, pasan carrozas rojas, verdes y negras. A lo lejos se deja ver una estática de un celeste algo más tenebroso que el del firmamento.

Otras descansan su pesada mirada sobre el pedregal, esperando una esperanza que los encienda, que active su pista y despierte su espíritu. Mientras, el pequeño musgo, recolectando nuestros desechos, espera impaciente su descarga.

Veo rodando a eslabones, visiblemente interminables, en total armonía con la luz y ramas huesudas y desnudas, mecidas apaciblemente por el cielo. Las aguas, estancadas, descansan buscando un bronceado imposible.

Este lugar, ¿dónde está escondido?, ¿acaso es solo un cristal? Mi mente radica en un punto desconocido para las coordenadas. ¿Mi latitud es tan centro que su altitud nunca podrá ser desentrañada? ¿Es que este cristal es una visión hacia un lugar incierto, indescriptible, un abismo que dócilmente se ha abierto hacia la nada?


© 2005