Mil

Un clavel

deja sus prados para intentar llegar

al sol,
un amplio color,

minucioso, transparente, ineludible,
a la intemperie,
es mil.

 

Desnudo

se humedecerá,
se bañará en un solo

río,

en un solo calor,
un solo sabor,
un solo brillo,

que es mil.

 

La luz

que se desprende del neón
descansará en un suave follaje,

en el último,
en el primario,
en el mil.

 

Ese que deshidrata al mar,

donde nacerán
los futuros mares.

 

Ese donde el último fulgor

esperará
apagarse

hasta ser mil.

 

Tanto me has robado,
tanto me has dado, que

desde amanecido

no he hecho otra cosa que vivir
y sobrevivir a tu lado.

 

Mil aves volarán,

todas serán

faisán,
el dorado,
el de antaño,
el renacido

y el olvidado.

 

Mil ojos se abrirán,

mil seres

despertarán,

los dorados,
los de antaño,
los renacidos

y los olvidados.

 

Mis ojos –también-

se abrirán,

mi ser renacerá,

en tu oro,
tus recuerdos,
tus futuros,

tus pasados,

tus olvidos y

tus años;

 

Estos serán

mil

por cada mil que serán,

 

por cada mil que serán,

serán mil y
los escapularios,

tallados.


© 2007

  • Etiquetas: