Puedo escapar de mi cuerpo más de lo que lo he hecho, no solamente al despertar, al pensar y al amar, mi Ser lo dicta celosamente.

He actualizado y aprehendido el concepto, lo he visto, lo he vivido. Existe la acción bifurcante como así también los
espejos que no reflejan la imagen sino las esencias. Es oportuno saberlo para poder cobijar al ánima en esta dualidad. Este ser de ilusiones incoloras también me ha llevado por el camino del razonamiento, llegando a un punto irrefutable: todo está escrito en los acontecimientos y aquél que puede leer la seguidilla más allá de la continuidad próxima, más allá de su tiempo, es el llamado Profeta cuando, en realidad, es solo un gran estadista.

El libre albedrío y la incertidumbre no es tal, las probabilidades y los ciclos evolutivos de reacción y acción, marcan y delinean nuestro devenir certeramente en centellante combinación genética, contextual y social.

La materialidad es señal para anularse a sí mismo en una dualidad inexistente que nos acongoja.

Cuando pienso en ese ir hacia la felicidad, me atolondro y escapo de la tendencia de comprensión, tornándome un ente inerte. Gran error. Espejismos nublan mí Ser. No vamos a ningún lado, hace tiempo llegamos. Todo se encuentra en perfecta calma mientras la mente se pierde en laberintos de injustificables carencias.

© 2006

Nota: ¿Será que de profeta y de loco todo el mundo tiene un poco?