Noción 3: Lo mismo y lo diferente

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Por momentos siento a la Filosofía como un laberinto de palabras que intentan nombrar lo innombrable, -re- construir
lenguaje
donde se encuentran -o encontraban- solamente sombras; no será sentencia firme, incontestable, sino el paso que, poco a poco, esclarece, como quien resuelve postulados matemáticos, la –animusres omnium.

Por su naturaleza, la de buscar lo que no se encuentra, podríamos pensarla como algo dispensable, sin embargo, nada más alejado de eso: debemos respirarla en cada concepto, en cada paso, en cada conjetura, en cada movimiento. Herramienta, tolerante, reflexiva y transformadora, debe ser; no encierro estéril, de dolores y apatías; no nos dejemos engañar, no debemos creer a quienes afirman lo contrario: solo donde es obligada a sublimarse, a ser vapor intrascendente, a esconderse, habrá angustia en la sabiduría. Lo social aún se hunde en un diccionario devastado de intervención.

Lo innombrable, el color “H” -la esencia de lo cromático- y lo no-observable es lo que aún no hemos descifrado pero que sabemos que se encuentra en cada molécula de lo que tiene y de lo que no tiene cuerpo.

Porque vivimos y pensamos sumidos en una construcción social con cuerpos, lenguas y millones de ojos a realidades que, muy a nuestro pesar, no se basan en nosotros mismos, sino que, quizás, se basan en todo lo contrario, todo lo que no somos; sin embargo, es y seremos lo mismo; difer-ente.

-Pensamos con y desde nuestra «física» a lo que no tiene su mismo «efecto» – ¿el pensar y su pensamiento es lo mismo? -. Deberíamos de separar la acción del sustantivo. Deberíamos de abstraernos de lo «visto». Deberíamos de aprender a «crear» pensamiento en lugar de construirlo-.

Lo mismo y lo diferente radica en la codificación, la codificación en capacidades, las capacidades en artículos. Esos artículos nacen en lo mismo y lo diferente y el todo en el todo –mismo – y la nada en la nada –diferente-, siendo lo mismo y diferente. Y en eso estamos. Y de eso nos alimentamos. Ceguera.

Debemos ser lo que somos cuando somos diferentes y mismos para ser mismos y diferentes. Todo radica en la inexistencia de la codificación a través de mismos y diferentes -y sus herramientas-; diffĕrens entis. Ciclo.

– Lo innombrable en palabras y lo incorpóreo con tacto son las únicas herramientas que tenemos -o aceptamos tener-, todo se encuentra en continua evolución y las diferencias serán cada vez más «visibles» y los datos cada vez más indescifrables; la decadencia del pre-comienzo se lee en los hechos, los hechos en una nueva codificación –irreal-, la de la división de entes, «saberes» y realidades; de frecuencias moduladas y miradas enjauladas-.

En la actualidad nos encontramos demasiados atentos a la individualidad, en continuo narcisismo, en continuo desagravio austero hacia nuestro yo, creando expectativas superfluas e inútiles en otros y nosotros mismos, engomándonos plumas para ser el centro de inversión en el espejo solitario del deleite personal.

– El comercio de la individualización como formador de «masas» es uno de los más terribles movimientos de control desde las religiones y los líderes populares -.

Nos hacen uno manipulable a través de una diversificación falsa del yo interno. Y, si no lo encontramos en el anonimato, tampoco lo haremos en el estrellato, porque quien decide darse a conocer -o no- es el ser interno, no la imagen que, de por sí, necesita ser expuesta para ser.

 – ¿Será que la realidad dejo de ser lo que era? ¿O es que la realidad es menos real de lo que creemos? ¿O es que ya no sabemos lo que es real? -.

Esa imagen -el lenguaje, lo artificial- es valor de cambio solo porque se llegó a ello desde la necesidad de una mutación devenida de una representación de cambio.

-El comerciarse a sí mismos incluye ideas, fantasmas y cualquier cosa que «supla» -o atenúe- la carencia espiritual devenida de la negligente expectativa actual-.

Estamos tan olvidados que tenemos la necesidad de creer en los objetos con los que recreamos esa imagen en el exterior; la influencia; un ser que desconocemos cuando nos miramos fijamente.

-Hay alguien que molesta continuamente a mi ser, un ajeno que lo persigue, por momentos irreconocible y que, supuestamente, porta su voz.-.


© 2007

Nota: Cuando se habla de mismo y diferente podría entenderse como si la realidad sea misma y nuestra percepción diferente o que nosotros seamos diferentes-entes, ya sea en cuanto a la realidad, nuestra percepción o, incluso, a nosotros mismos. Tal vez nuestra percepción y la realidad sean mismos; tal vez la realidad y nosotros seamos mismos; se plantean tres entes que son mismos variando posición y relación para verse diferentes, un juego de engaño e influencia.


(2019) Me han soplado: «somos es palíndromo»; excelente apreciación, no solo por el refresco en cuanto al significado de palíndromo sino por la significación que tomó en mí ese concepto atado a somos: podemos ser según lo percibido y podemos percibir según lo que somos.

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