¡Es magia! ¡No! Es biología. ¡Es magia! ¡No! Es química. ¡Es magia! ¡No! Es física. ¡Es magia! ¡No! Es mecánica. El último hilo de la mitología: la ignorancia. Mecanismos por descifrar, biologías distantes. Objetos, acciones y seres diferentes; casi incomprensibles, desconocidos; repudiados.
Buscamos magia, y ciertamente no existe, sino que es algo más cercano, es lo no-comprendido, lo sorprendente; las leyes naturales no fueron dictadas, sino pactadas para la armonía.
¿Magia? ¡Magia! ¿¡Dices Magia!? ¡Magia! ¿¡Buscas magia!? ¡Magia! ¡Buscas no comprender! El engaño; jerárquico. Puente. Olvido.
Crees el invisible imposible, lo buscas y niegas. Te advierto noble animal: es más lejano el violeta que crees percibir que el color «H»; lo real que se cree imaginario. Es más sencillo engañar, aun transfigurando lo vívido y sentido, a través de lo conocido que advertir lo vívido y sentido desconocido; es harto más difícil aceptar una verdad deconstruida que un engaño construido.
Deberás entender este precepto si quieres nadar en los mares de lo enteramente real, apretar tus capacidades, explotar en luz antes de aventurarte a caminar por las tinieblas. Desalienado.
© 2007