«¿Lees a Foucault?», dije asomándome hasta el filo del abismo color hueso. Casi sin perturbarse respondió:
-No, él me lee. También a vos y a todos. Foucault es dios.
Ella tenía razón; el
pasado se proyectó desde una lente al
futuro cierto. Ella leyó a Foucault.
2019.