Té de amapolas

Tengo en mis manos el más ferviente recuerdo de mi madre, el único que guarde junto a su fotografía y su ciencia: el Tomo VI del Diccionario Enciclopédico Popular Ilustrado, aquel impreso en Barcelona, aquel con el cual recorrimos en segundos Londres y miles de territorios más sin salir de nuestro hogar. Sin olvidar sus palabras subrayadas con vidriosa mirada, al fin comprendo su significado: ¡Hermoso el Támesis! ¡Hermoso! ¡y el grandioso Ben siempre la misma hora! La eterna.


2005

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